Ha ocurrido y ya está en boca de todos: el primer eclipse artificial de la historia es una maravilla

Dos satélites en formación perfecta logran una proeza de ingeniería para estudiar como nunca antes nuestro Sol

Ha ocurrido y ya está en boca de todos: el primer eclipse artificial de la historia es una maravilla
El Ocultador de la misión Proba-3 iniciando el proceso de eclipse solar artificial
Publicado en Ciencia

La Agencia Espacial Europea ha marcado un hito en la astronomía y la ingeniería aeroespacial mundial. Su misión Proba-3 ha logrado con éxito crear el primer eclipse solar total artificial en órbita, desvelando imágenes sin precedentes de la enigmática corona de nuestro astro rey. Este logro no solo valida una nueva y revolucionaria tecnología de vuelo en formación, sino que también promete desentrañar algunos de los mayores misterios de nuestra estrella.

La misión Proba-3 desvela los secretos de la corona solar

La misión, por ponerte en antecedentes, se basa en una proeza tecnológica hasta ahora reservada a la ciencia ficción: dos satélites, el Coronógrafo y el Ocultador, vuelan de manera autónoma como una sola estructura de 150 metros de largo. Al mantener su alineación con una precisión milimétrica, el Ocultador se interpone entre el Coronógrafo y el Sol, proyectando una sombra precisa que bloquea el disco solar y permite observar la corona sin la interferencia de su luz cegadora.

Dietmar Pilz, director de tecnología de la ESA, asegura en el comunicado publicado por la agencia europea que "es emocionante ver cómo estas impresionantes imágenes validan nuestras tecnologías, en la primera misión del mundo de vuelo de formación de precisión". Pero, ¿por qué es importante observar la corona? Resulta que esta parte de la anatomía del Sol, que alcanza temperaturas de más de un millón de grados Celsius, es la fuente del viento solar y de las violentas eyecciones de masa coronal.

Estos fenómenos representan una seria amenaza para la tecnología en la Tierra, siendo capaces de perturbar las comunicaciones, las redes eléctricas y los sistemas de navegación. Y lo que antes era un problema, ya que no se podía observar detalladamente la corona salvo durante los escasos eclipses solares naturales, ahora ya ha dejado de serlo.

La misión Proba-3 ha permitido que se puedan crear eclipses una vez por cada órbita de 19,6 horas, según lo que explica Andrei Zhukov, investigador principal de ASPIICS, el instrumento coronógrafo. Además, afirma que:

Aunque todavía estamos en la fase de puesta en marcha, ya hemos logrado un vuelo en formación con una precisión sin precedentes. Esto nos ha permitido capturar las primeras imágenes de la misión, que sin duda serán de gran valor para la comunidad científica.

La corona solar vista desde el instrumento óptico de la misión Proba-3

La corona solar vista desde el instrumento óptico de la misión Proba-3

Las primeras imágenes ya están siendo toda una revolución, ya que los modelos informáticos que intentan predecir el comportamiento del Sol carecían de datos de alta fidelidad para su calibración. Ahora, según las declaraciones de Jorge Amaya, coordinador de modelado de clima espacial en la ESA, "este enorme flujo de observaciones ayudará a perfeccionar aún más los modelos informáticos, ya que comparamos y ajustamos variables para que coincidan con las imágenes reales".

Con la misión aún en su fase inicial, el equipo ya ha demostrado un control sin precedentes y trabaja para alcanzar una autonomía total del sistema. Damien Galano, responsable de la misión, deja claro que la captura de las primeras imágenes "sin duda serán de gran valor para la comunidad científica". Y es que el Sol, no solo es fuente de vida para la Tierra y sus habitantes, sino el referente de todo el sistema solar.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!